Plantas invasoras en Chile: Especies exóticas pueden dañar el ecosistema

El audiovisual aborda el tema de las Plantas exóticas en Chile. Para ello se entrevista a la docente de Agronomía y Sistemas Naturales: Alejandra Muñoz, quien aborda el impacto de las plantas invasoras en Chile. La experta aborda la vida del ecosistema en función de la diferencia conceptual entre especies nativas endémicas y la exoticas, donde expone que estas deben asilvestrarse y naturalizarse, se deben adaptar, pero sin la ayuda del ser humano. Sin embargo, un pequeño porcentaje se convierte en invasor, dañando el ecosistema cambiándolo o alterándolo. En el caso de la flora de Chile, un 15% corresponde a las especies exóticas, y un subconjunto se puede transformar en invasor. En este contexto, la autora plantea que estas plantas tienen ciertas características:  se reproducen por semillas o vegetativamente (patillas, hijuelos, etc.), son plantas que producen muchas semillas, que viven mucho tiempo, o tienen estrategias competitivas. De esta forma, van alterando la comunidad biológica.

Frente a lo anterior, la experta recalca el  alto impacto que pueden tener. Ello implica que pueden llegar a dominar en abundancia y restando a las especies nativas, lo que afecta a la comunidad de plantas y a la comunidad de fauna que interactúan con esas plantas (herbívoros, polinizadores, insectos, etc.)

Un ejemplo que aborda son los Dedales de oro. Últimamente, las excesivas lluvias han contribuido a su germinación cubriendo vastas praderas. Cabe señalar por lo tanto, que es una especie introducida de forma voluntaria, pues se trajo con fines  ornamentales, cuyo nombre científico es Chola Californica. Se caracteriza por habitar líneas férreas y caminos, pues sirven como corredores a estas especies. Asimismo, su color anaranjado, que visualmente llama la atención, ha facilitado su aumento en el rango de distribución.

Hay especies de plantas que necesitan polinización biótica, el servicio lo prestan los insectos y las abejas son las más eficientes porque crean una coevolución. En Chile hay 478 especies de abejas, muchas de esas endémicas, no son sociales, no hay castas. Las abejas son importantes porque forrajean para alimentar a sus crías. Apislemiferas sufren en términos de conservación, menos recursos florales, incendios, parásitos, etc. Son relevantes porque son muy endémicas. 

– Isla biogeográficas donde estas especies evolucionaron, ¿cuánto abarca?

La “isla biogeográfica” donde estas especies evolucionaron se considera así debido a todas sus barreras naturales. Estas han permitido que la biodiversidad chilena haya evolucionado en aislamiento, resultando un  gran grado de endemismo, alrededor del 25% de las 31.000 especies. Si bien se creó una biodiversidad única, también la hace extremadamente frágil y susceptible a las EEI, que no encuentran depredadores naturales en este nuevo entorno.

El bosque Valdiviano es definido como una ecorregión del centro-sur, con un clima templado-lluvioso u oceánico, que se caracteriza por ser un bosque siempre verde con múltiple vegetación.  Este ecosistema es conocido por su alta humedad y antigüedad evolutiva, alberga una gran cantidad de flora y fauna endémica, siendo particularmente sensible a las alteraciones que las EEI pueden generar en su microclima y composición biológica. 

– Los servicios de las especies exóticas:

Las EEI más que brindar beneficios generan daños en el ecosistema, el impacto que producen al convertirse en Invasoras. Estas plantas, como el conocido Dedal de Oro o la zarzamora, al desplazar a la flora nativa, reducen drásticamente la disponibilidad de recursos florales necesarios. Lo cual afecta a la coevolución entre las plantas nativas y polinizadores chilenos. 

Como ya antes nombradas, las abejas nativas se ven privadas del néctar y polen específicos que necesitan para alimentar, comprometiendo este servicio para la reproducción. 

La dominación de estas especies exóticas reduce la biodiversidad del ecosistema, lo que conlleva la pérdida de recursos que únicamente la flora nativa puede ofrecer.

El daño causado por las EEI se ve presente en distintas maneras, siendo una de las principales amenazas a la biodiversidad chilena. En cuanto al impacto, si bien no hay una cifra exacta se identificaron a más de 1.119 especies exóticas asilvestradas identificadas en 2017. Y se estima que el impacto es tan severo que se extiende a la economía, generando pérdidas anuales estimadas en 90 millones de dólares (una cifra asociada a siete EEI clave) que recaen, en gran parte, en los sectores productivos. 

Las especies dañadas son principalmente la flora nativa y los ecosistemas únicos, ya que las EEI caracterizado por su alto endemismo, al alterar los ecosistemas:

Respecto a la Flora Nativa, las Invasoras como el Dedal de oro tiene estrategias reproductivas muy eficientes como semillas y reproducción vegetativa, que les permite dominar la abundancia y desplazar las especies nativas en vastas praderas y caminos. 

Durante el año 2017, y en el marco del proyecto GEF de Especies Exóticas Invasoras, el Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) de la Universidad de Concepción (UDEC), elaboró un Catálogo de las Especies Exóticas Asilvestradas/Naturalizadas en Chile. Este estudio identificó un total de 1.190 especies exóticas  que han logrado establecer poblaciones asilvestradas en el territorio nacional.

Del conjunto es notable que 22 de estas especies son, originalmente nativas de Chile, pero se han asilvestrado fuera de su área de distribución natural, volviéndose como exóticas/invasoras en dichos nuevos hábitats.

La zona central de Chile, un punto clave de la biodiversidad (conocido como hotspot de ecosistema mediterráneo), es la que concentra una mayor cantidad de estas especies. Esta coincidencia se atribuye a que es la región más densamente poblada y con una inmensa red vial, factores que facilitan la llegada y dispersión de especies exóticas a través del comercio o transporte.

Hay numerosas especies con alto potencial invasor. Una lista de las especies destacadas son:

Abejorro europeo (Bombus Terrestris)

Entre esos árboles y arbustos: Zarzamoras (Rubus ulmifolius), Pino contorta (Pinus contorta), Eucalipto (Eucalyptus globulus), Rosa mosqueta (Rosa rubiginosa), Aromo australiano (Acacia dealbata), Retamilla (Teline monspessulana), Rosa mosqueta (Rosa rubiginosa), Dedal de oro (Eschscholzia californica), Rocío (Mesembryanthemum crystallium)

Actualmente, la normativa chilena respecto de la gestión de las EEI  se considera insuficiente. Su enfoque principal ha estado orientado al tratamiento de plagas desde una perspectiva sanitaria y de protección de los sectores productivos; con normas enfocadas en el resguardo de éstos, sin abordar de forma integral la amenaza a la biodiversidad.  Es importante avanzar avanzar hacia el marco legal e institucional que aborde la sistemática prevención, el control y erradicación de las EEI de manera coordinada y sistemática. La respuesta a esto es la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). El SBAP busca llenar este vacío, subsanando la dispersión normativa al dotar a este servicio de atribuciones directas para trabajar en planes de control y erradicación de EEI bajo una nueva mirada que es la protección de nuestro patrimonio natural, dentro y fuera de las áreas protegidas.

Conclusión

El documental pone en evidencia que la invasión de especies exóticas en Chile constituye una amenaza ecológica sistémica que compromete la singularidad de su patrimonio natural. La fragilidad del ecosistema chileno, desarrollado en aislamiento geográfico, lo hace especialmente vulnerable a la acción de las Especies Invasoras que al dominar con agresivas estrategias reproductivas (como el ya el nombrado caso del Dedal de Oro que es una especie que se reproduce sin control) , desplazan a la flora nativa e interrumpen funciones ecológicas esenciales, como la polinización realizada por las especies de abejas. 

Por otro lado el video no solo alerta sobre el daño biológico desde la alteración del Bosque Valdiviano hasta la competencia con polinizadores, sino que subraya la insuficiencia del marco legal actual, que tradicionalmente sólo ha  enfocado el problema si es que una plaga daña la cosecha o la salud (un enfoque productivo). Por eso la verdadera solución radica en el avance hacia la institucionalidad  del SBAP, que no tan solo por interés económico propone un cambio urgente: gestionar las EEI con una visión de conservación y protección natural de Chile. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *