Humedal Rocuant-Andalién: Un Ecosistema en peligro

  Los incendios forestales provocados y las especies exóticas invasoras son los principales factores de alerta

Hasta la fecha 2025, el humedal Rocuant Andalién ha disminuido considerablemente su tamaño  lo que conlleva a que el lugar quede desprotegido y sea usado, inclusive, como basurero o vertedero de rellenos ilegales que lo afectan gravemente provocando daños irreparables (La Zarzamora, 2021) frente a lo anterior, cabe señalar, que esta zona ha sido blanco de dos incendios relevantes, sin descartar la existencia de que existan incendios menores no registrados. Lo anterior, ha generado graves consecuencias, afectando tanto a aves migratorias que vienen a refugiarse al humedal, como a una gran diversidad de plantas nativas como invasivas que se alojan en este lugar (Ministerio del Medio Ambiente de Chile, s.f.). Esta situación resulta ser preocupante debido a la gran cantidad de Eucaliptus, pinos y aromos que existen en la zona, pues resultan ser altamente inflamables, situación que favorece en caso de propagación de incendio en el humedal generando daño en la biodiversidad. 

Por otro lado, es necesario señalar que  existen otras especies invasoras a lo largo del humedal, en específico son dos: Esparto, que es una gramínea que forma densas praderas, por ende, domina la vegetación del humedal  junto a “La vidraria”, la que es una planta que tolera la salinidad del lugar y a menudo se junta con el esparto; ambas son características de este tipo de ecosistema marismeño (Ramírez, 2015). Estos ecosistemas se caracterizan porque contienen agua salobre, que es una mezcla entre agua salada y dulce; esta situación no es ajena al humedal rocuant, pues este también posee este tipo de agua. Sin embargo, lo anterior deriva en que no todas las plantas se pueden adecuar a este ecosistema, dado el daño que puede provocar en sus tejidos.

Lo antes descrito dio paso a lo siguiente:

En 2023 gracias al Plan de Gestión Territorial Integral existieron monitoreos de la calidad del agua y de restauración en sectores de la subcuenca donde se ejecutaron tareas de conservación de suelo y agua, como la construcción de diques y zanjas de infiltración, que tenían como objetivo facilitar la infiltración de agua para evitar el escurrimiento y la erosión; la promoción para la regeneración natural; y la plantación con especies nativas (Ministerio del Medio Ambiente, 2023, Sub. Acciones desarrolladas, parr. 1) Este escenario, se replica en cuanto al objetivo de querer cambiar plantas invasivas por nativas y de esta forma, dejar más liberado y menos inflamable el Humedal Rocuant Andalién. Asimismo, se destaca que el recurso tiene un trayecto que pasa por diversas comunas como Talcahuano, Concepción, Penco, Hualpén y tiene una extensión aproximadamente de 1500 hectáreas (Ministerio del Medio Ambiente de Chile, s.f.) colindando con colegios, viviendas, parcelas, calles transitadas tanto por vehículos como aviones. Por ende, para este equipo de investigadoras es primordial evitar que este lugar sea foco de propagación de incendios, dadas las características del ecosistema que tienden a favorecer accidentes de esta índole, no solo por la vegetación, sino por las personas que hacen fuego donde no deben, entonces también llamamos a las personas a tener más conciencia por este humedal que tiene una gran función en nuestro ecosistema.

Anteriormente mencionamos que habían 2 incendios relevantes en este humedal que presentaron daños y llamaron nuestra atención para querer hacer este cambio de especies invasoras a nativas. Uno de los incendios ocurrió el 24 de marzo de 2021 a las 22 horas fue entre la Isla Rocuant y Santa Clara quemando alrededor de 600 metros de este valioso ecosistema, las consecuencias que este provocó fueron graves tanto para las aves como para la fauna, vecinas aseguran haber observado una gran variedad de aves desorientadas buscando sus huevos luego del incendio, en específico los queltehues.

Este incendio fue intencionado ya que se pudo ver que tenía varios focos visibles y comenzado el incendio se observó huyendo una camioneta. Nuevamente se ve como aves y la flora son afectadas por el egoísmo e intereses mezquinos de humanos tecnócratas sin corazón. (La Zarzamora, 2021). El segundo incendio sucedió el 17 de noviembre de 2021, este fue causado por una bengala que se salió de control llegando a quemar 10 hectáreas del humedal.

Lo cual fue alarmante dado que reavivó la preocupación pública y académica sobre la falta de reconocimiento, planificación y protección de los humedales urbanos como infraestructuras verdes esenciales en las ciudades chilenas, el humedal se destaca por sus múltiples servicios ecosistémicos como: regulación hídrica y térmica, captura de CO₂, purificación del agua, mitigación frente a desastres naturales como tsunamis.

Al provocar incendios estamos debilitando las barreras y cuidados naturales que nos otorga el humedal lo cual es perjudicial para nosotros, en vez de debilitarlo deberíamos ayudar a fortalecerlo. Hablando de cuidados el 30 de julio de 2020 se publicó la Ley 21.202, enfocada en la protección de humedales urbanos esta ley define criterios como presencia de vegetación hidrográfica, regímenes de saturación hidrológica para identificar humedales urbanos y establece criterios de sostenibilidad, gobernanza y manejo (Zazo-Moratalla, 2021).

Nosotras sugerimos que sería bueno cambiar las plantas invasivas por nativas para de esta forma sacar todas las especies ya mencionadas por ejemplo el aromo que aparte de ser inflamable provoca alergias y al estar cerca de vivienda y colegios durante la primavera y el verano se ve cómo genera un aumento de estas lo cual es perjudicial dependiendo de la alergia esa es otra razón por la que servirá cambiar la flora que está dentro del humedal para disminuir alergias y propagación de incendios. Las especies nativas que podríamos plantar en el humedal son por ejemplo:

La Armería marítima que habita en acantilados marinos lo que le permite soportar suelos salinos y viento marinos esta especie ayuda a estabilizar suelos arenosos y salobres, además sus flores son llamativas para los insectos polinizadores (Zazo‑Moratalla, 2021; Muñoz et al., 2015) lo que ayuda en el ecosistema. Entonces esta especie es buena candidata para plantar en el humedal al igual que Polypogon australis que suele habitar en bordes de ríos, lagunas y marismas por lo que  tolera el agua dulce o salobre, viene de la familia de los pastos este puede vivir en suelos llenos de agua sin ahogarse, forma praderas densas que ayudan a frenar el desgaste del suelo también da refugio a invertebrados y alimento a aves que se refugian en el  humedal y mejora la calidad del agua.  (Zazo‑Moratalla, 2021; Guerrero et al., 2017), y como última sugerencia de especie nativa podríamos decir que  la Scirpus americanus que habita en los bordes de humedales con agua dulce o salobre, tolera terrenos con exceso de acumulación de agua y cambios de salinidad, con sus raíces reduce el desgaste generado por mareas o crecidas y como punto a favor sirve de hábitat y material de nidificación para aves acuáticas y participa en la depuración natural del agua, reteniendo nutrientes y contaminantes.  (Zazo‑Moratalla, 2021; CONAF, 2020). 

Estas especies benefician de forma positiva al humedal por lo que son una buena idea para quitar algunas especies invasivas teniendo en cuenta que estas y otras plantas nativas que se quieran agregar deben tolerar el agua salobre para así no dañar sus tejidos y estas aparte de tolerar el agua nos aportan en distintos ámbitos del humedal fortaleciendo funciones de este aportando al ecosistema.