Definir la expresión corporal (EC) ha sido y sigue siendo una tarea compleja, dadas las diversas aproximaciones conceptuales e interrelaciones que se han presentado sobre el término desde una perspectiva educativa y artística. Muchos autores han tratado de analizar el concepto de EC, teniendo en cuenta la generalidad y especificidad del concepto en una perspectiva integradora (Farreny, 2001; Kalmar, 2006; Rivero & Schinca, 1992; Romero, 1999; Schinca, 2000; Stokoe, 1994; Stokoe y Schachter, 1994). Romero (1999) afirmó que el cuerpo, los movimientos y las sensaciones son las principales herramientas en la disciplina que estudia el comportamiento del movimiento de los individuos para lograr fines expresivos, comunicativos y estéticos. Patricia Stokoe afirma que la EC implica tomar conciencia del propio esquema corporal, adquirir progresiva conciencia del mismo y aprender a utilizar el cuerpo en su totalidad para expresar pensamientos y sentimientos (Stokoe, 1994; Stokoe & Schächter, 1994). Toda persona, consciente o inconscientemente, se expresa a través de su cuerpo y utiliza su cuerpo como un medio de expresión indispensable que le permite entrar en contacto con el medio ambiente y los demás. El cuerpo se convierte en una forma de expresión que el individuo utiliza en las interacciones rutinarias, pero puede aprender a utilizarlo mejor adquiriendo herramientas que enriquezcan su expresividad, creatividad y sensibilidad estética. Está bien documentado que las personas que logran controlar su lenguaje corporal pueden superar muchas barreras defensivas y formar mejores relaciones sociales (Davis, 2010; Ekman, 2009; Pease & Pease, 2010).
https://www.redalyc.org/pdf/3457/345732289004.pdf García, I.; Pérez, R.; Calvo, A. (2013). Expresión corporal. Una práctica de intervención que permite encontrar un lenguaje propio mediante el estudio y la profundización del empleo del cuerpo. Nuevas Tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación, núm. 23,, pp. 19-22 .
El cuerpo es una gran manera de expresarse, porque a través de algo tan íntimo como nuestro cuerpo, hay una mayor conexión con las emociones que una persona quiere expresar, haciéndolas aflorar en una persona. Los movimientos corporales expresivos nos sitúan en el terreno de la metáfora, el simbolismo y la poética del movimiento (Sánchez, 2008). Según Alfredo Larraza (2008), la expresión corporal requiere creatividad y sensibilidad, el desarrollo de la expresión corporal y permite la construcción de motricidad expresiva, acceder a otro tipo de lenguaje y permite la apropiación poética y estética de la realidad, creando un símbolo que puede comunicarse con los demás. (Coterón y Sánchez, 2010) Así, la dimensión expresiva del movimiento incluye todas las actuaciones deportivas que implican exteriorizar el propio mundo (expresividad) y compartirlo con los demás (comunicación) por componentes propositivos (estética).