Los abordajes tradicionales de la acción colectiva y los movimientos sociales han permitido dar cuenta de elementos relevantes para comprender algunas de las dimensiones de la movilización social. Sin embargo, éstos se tornan insuficientes al momento de comprender la necesidad de las expresiones de los cuerpos y las performances como medio comunicativo de una forma teatral en las protestas. Dejando mucho por preguntarse respecto a los modos de activismo ocupando el cuerpo y sus expresiones.
Observar, describir y comparar las performances de protesta, ubicando el cuerpo al centro del análisis es un tema emergente en la sociedad. Los diversos modos de comunicar activismo hacia algún problema en la sociedad, crímenes o algún tipo de abuso por parte del estado son temas que hoy requieren del cuerpo para poder expresarse significativamente en las marchas y protestas, en particular desde la revuelta del 18 de octubre de 2019. Comprender la multiplicidad de estas expresiones requiere de modos de acercamiento directo e intenso, para dar cuenta del lugar del cuerpo en las performances y dinámicas de protesta.
https://www.scielo.cl/pdf/cym/v30n43/0719-1529-cym-30-43-00091.pdf
El análisis y movimiento de marchas y protestas feministas en latinoamérica ha causado alboroto entre la multitud por sus medios de protesta y expresión sobre algún tema, como el abuso, violencia, desigualdad de género, liberación de la mujer, entre otros temas.
Para muchas de las manifestaciones y protestas, las expresiones corporales son indispensables a la hora de la muestra, como por ejemplo la danza, el gesto, la postura, la mirada, la pantomima y la expresión teatral, acompañado de música, carteles, gritos y en la mayoría tambores para poder captar y llamar mas la atencion del publico o a quien esta dirigido el movimiento.
Al ser una movimiento feminista no toda la sociedad está de acuerdo con los temas planteados en la protesta y sus expresiones corporales, dando a entender en algunos casos su molestia e incomodidad sobre el tema a través de noticieros y páginas web, mayormente por parte de hombres y adultos mayores.
Para entender el rol del cuerpo dentro del contexto de la manifestación social, es importante mencionar algunos alcances sobre el tratamiento del cuerpo, esto con el fin de poder comprender las problemáticas que generan las expresiones del cuerpo relacionadas a los estallidos sociales chilenos. Primero, la situación del ser/individuo en el mundo está dada por su condición de ser cuerpo. Como menciona Le Breton (2010:37): El cuerpo es la condición humana en el mundo, es el lugar sensible en el que se traduce significancias precisas a través de este, o en una difusa atmósfera, metamorfoseando en imágenes, sonidos, olores, texturas, colores, paisajes, sensaciones sutiles, indefinibles, que surgen de sí mismo o de afuera. Dado que el cuerpo y el mundo están constituidos de la misma materia. En palabras de Merleau-Ponty (2010:123): «La consistencia del cuerpo, lejos de rivalizar con la del mundo, es por el contrario el único medio que tengo de ir al corazón de las cosas, materializando su pensar». Por lo tanto, la conciencia del cuerpo en el mundo es conciencia encarnada, por lo cual el individuo conoce y reconoce el mundo a través de la experiencia de sus sentidos en permanente actividad.
En el caso de las manifestaciones en Chile, la construcción de la experiencia del cuerpo manifestante tiene relación con el llevar a la calle –al espacio público– sus demandas sociales, visibilizando por medio de prácticas situadas el mensaje de alzamiento ante las injusticias y desigualdades vividas en el día a día (Banda y Navea, 2013). Es allí donde el cuerpo busca una identificación a partir de su subjetivación, ocupando el cuerpo para dar a entender y expresar su pensar y molestia.(Banda y Navea, 2013:15).
https://www.redalyc.org/pdf/649/64901103.pdf