La gastronomía chilena, mezcla perfecta entre tradición y vanguardia. En primera instancia, cabe señalar que la definición de gastronomía que abordamos corresponde al estudio de la gastronomía es el estudio del nexo que tienen los seres humanos con su alimentación en relación a su medio ambiente o entorno. Es decir, la gastronomía estudia los diversos componentes que integran la relación con los alimentos desde el punto de vista cultural, cuya tarea recae en la figura del cocinero, el cocinero es el encargado de elaborar platillos y organizar la cocina. Frente a esto, surge la crítica respecto a la relación existente entre la población y la historia detrás de los platillos elaborados capaces de conformar nuestra cultura chilena.
Lo anterior da pie a la idea que la mezcla entre la tradición indígena y el aporte colonial español ha creado una cultura culinaria chilena rica, con trazas de las mejores cocinas europeas, como la alemana y la italiana a partir del siglo XX, con una clara influencia de la cocina francesa. Asimismo, la diversidad geográfica de Chile ha permitido que surjan diferentes tipos de cocina, con recetas muy variadas. En general, se pueden establecer tres macro zonas gastronómicas: la norte, la del centro y la del sur de Chile. En todas las variaciones, los platos han recibido la influencia de las culturas indígenas, mezclando las carnes, pescados y mariscos con diferentes condimentos propios de cada región (Notimerica, 2016)
De esta forma, una de las principales características de la cocina chilena es que no es fija, existen los platos tradicionales, por supuesto, pero nuestra cocina va cambiando en el tiempo y se van generando platos distintos con la posibilidad de convertirse a futuro en platillos tradicionales. Este proceso es parte de la identidad y se debe a varios factores, entre ellos, el que siempre hemos sido ricos en materias primas: como la fruta y los productos del mar, los que gracias a las temperaturas frías del Océano Pacifico, produce los mejores pescados del mundo, entonces no necesitamos elaborarlos demasiado. Además, también poseemos carnes y verduras, por lo que no necesitamos importarlas.
Actualmente, la gastronomía chilena se ha convertido en una de las más aclamadas de toda Iberoamérica. Resalta así, el restaurante Boragó, como buque insignia, ocupando el segundo puesto de la lista Latin America ‘s 50 Best Restaurants. A grandes rasgos, se podría describir el restaurante como un viaje por los distintos paisajes de Chile, desde el punto de vista de sus productos, del territorio, usos y costumbres. En una entrevista con su creador, el comenta que en Chile hay poco conocimiento respecto a la la tradición, pues es algo muy reciente para nosotros, ya que la cultura recién se está entendiendo, se cree que la cultura nunca debe ser cambiada, pero no es así, la tradición necesita de una evolución a lo largo del tiempo, y eso se logra a través del conocimiento. Lo que se ha estudiado sobre la comida chilena reciente, es que no es muy saludable, esta necesita un giro en su preparación para ser sustentable y saludable para su población, es por esto que por ejemplo en el restaurante Boragó se usa mantequilla de yogur de pajaritos y no la tradicional, ya que la última en diversos estudios se ha comprobado que genera cáncer de estómago, y la de pajaritos no.
En cuanto a la geografía del restaurante, se puede señalar que se ubica en la comuna de Vitacura, región Metropolitana, una zona muy élite de Santiago, que cuenta con precios muy elevados y con acceso limitado al público. Es por esto que el restaurante genera dudas y se cree que no es chileno, ya que por lo visto, su mirada vanguardista intenta de generar un cambio a nuestra cultura en torno a lo clásico que se conoce de la comida chilena.
Lo anterior permite sostener y validar que cada región tiene sus reglas acerca de cada plato. por lo que la gastronomía queda sujeta no solo a lo cultural, sino también a lo geográfico. Por ejemplo, en la región del Maule, se destacan generando gran polémica por ejemplo, sus famosos completos, caracterizados por ser preparados a baño maría, lo que provoca una consistencia distinta al pan de completo a la que tradicionalmente estamos acostumbrados. La capital maulina abandona lo crocante para suplirlo por lo esponjoso y suave de esta preparación, receta que preparan los carritos de la 5 Oriente 2 Sur, donde, tanto el talquino como el turista, los ve como una parada obligada a lo culinario.
No obstante, la variedad gastronómica, no solamente la podemos encontrar en grandes restaurantes, sino que también en nuestros hogares, pues muchos de ellos no requieren de preparación tan elaborada. Esto permite señalar que nuestro patrimonio cultural culinario está muy presente en nuestras vidas, pues lo vemos a diario en las sopaipillas, sandwich o completos que venden en las calles o en pequeños locales. No necesariamente, la comida chilena queda sujeta al pastel de choclo o a una preparación muy elaborada , porque es mucho más que eso, es la cocina que estamos preparando hoy en nuestros hogares, es el plato que toda familia sabe cocinar, ese es el sazón.
Finalmente podemos indicar que la gastronomía es cada cocina chilena, en nuestro propio país no hay restaurantes chilenos de 5 estrellas o sofisticados, porque el cambio a lo tradicional queda sujeto a la propia población, ya sea como protagonistas de lo culinario desde sus hogares, o como usuarios y degustadores de grandes locales gourmet. De esta forma, la vanguardia apunta a lo indiscutible, a una evolución alimenticia de carácter saludable y sustentable, porque las condiciones de vida lo piden. Cada vez las familias se preocupan más de la salud y su alimentación y eso genera un cambio inmediato en los platos típicos que se hacen en las cocinas de cada familia.
Referencia
https://www.theclinic.cl/2022/02/21/borago-cocina-chilena/https://corbuse.edu.mx/blog/index.php/que-es-la-gastronomia/https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-gastronomia-chilena-mezcla-perfecta-tradicion-vanguardia-20160415220453.html